El grupo de trabajo de la FIP y FESCOL, conformado por 11 expertos en Policía y seguridad, presenta siete recomendaciones que resaltan la importancia de la calidad del liderazgo civil en la seguridad y el impacto que generan acciones y omisiones de diversas instituciones en su direccionamiento, supervisión y el control de la Fuerza Pública.
Las protestas sociales de los últimos dos años escalaron hasta tomar unas dimensiones nunca antes vistas en Colombia. Para entender lo que ha sucedido es preciso comprender el contexto. Este análisis de la FIP y el Observatorio de Redes y Acción Colectiva de la Universidad del Rosario, pone la lupa en los actores, las motivaciones y las arenas en las que se ha dado la movilización.
¿Cuáles son las necesidades y miedos de los jóvenes frente al futuro del país? Un grupo de congresistas los escuchó y acaban de radicar cinco proyectos de ley que los benefician.
En el webinar, organizado por la FIP en su calidad de Secretaría Técnica de Guías Colombia, se compartieron desafíos y oportunidades para la actuación responsable del sector empresarial en materia de derechos humanos en contextos de protesta social.
Paulo Tovar, coordinador de Participación de la FIP, fue invitado al más reciente podcast de La Silla Vacía. Habló sobre la representatividad política de la ciudadanía de cara a las elecciones del 2022 y el Paro Nacional.
¿Qué podemos hacer para que este proyecto —revivido hace unos días por la Corte Constitucional— se adapte a la crisis social?
En Cali coexisten muy distintas violencias, pero el Estado ha tendido a confundirlas. Por eso urge entender bien la situación y adoptar respuestas diferenciadas. Esta podría ser la hoja de ruta.
En medio del Paro Nacional, el sector empresarial puede emprender caminos para ayudar a resolver la crisis y generar mejores condiciones para un desarrollo sostenible y la transformación territorial.
El llamado a reformar el sector de seguridad ha cobrado cada vez mayor fuerza a raíz de los hechos de violencia policial en las protestas de los últimos años. La FIP ha venido insistiendo en la necesidad de “civilizar la seguridad”. Esto significa repensar la seguridad más allá de la Fuerza Pública, e incorporar otras instituciones y herramientas que, dependiendo de las circunstancias, pueden ser más adecuadas para satisfacer las necesidades de seguridad de los ciudadanos y sus comunidades. Compartimos tres ideas que podrían ayudar a sortear la crisis policial y a recuperar la confianza ciudadana.
Las políticas públicas siempre exigen una acción colectiva. Debemos dar el paso hacia procesos más deliberativos donde el valor esté en la construcción conjunta. ¿Estamos preparados?