¿Qué tan cierto es que el aumento de los cultivos de coca trae consigo un incremento en la violencia? Este análisis de las cifras y comportamientos históricos de violencia en distintos municipios del país, demuestra por qué no siempre dicha relación es tan sencilla como directa.
No se trata de replicar el “modelo tailandés”, así tal cual, sino de mirar los asuntos que no hemos podido resolver, nuestros temas pendientes.
¿Qué significa la presencia de organizaciones del narcotráfico mexicanas en nuestro territorio? El ejemplo de Tumaco da luces sobre la magnitud e importancia real de esa presencia.
Una de las razones más fuertes que tiene el nuevo gobierno para implementar el decreto contra la dosis mínima, es que el consumo de sustancias psicoactivas ha crecido, pero lo cierto es que el país no cuenta con información fiable al respecto
Los posibles efectos del Decreto anunciado por el presidente Duque son preocupantes. Abuso policial, estigmatización, corrupción y sobrecarga del sistema de justicia son solo algunos. Seis acciones para prevenirlos y reducirlos.
La propuesta del Fiscal General de la Nación sobre penalizar la dosis personal ha revivido el debate. Pero más allá de esta polémica, es clave resaltar dos aspectos: ni somos un país de consumidores, ni la dosis personal es el problema.
En medio de una reñida campaña presidencial, el aumento en las hectáreas de coca podría revivir las fumigaciones y endurecer otra vez la “guerra” contras la drogas. ¿Cómo reducir los cultivos sin hacer daño a la paz y al desarrollo?
Los muertos de Tumaco son solo uno de los muchos conflictos que está produciendo esta estrategia, que además es ineficiente y no se está aplicando en las regiones donde se debería.
El nuevo boom de la coca no parece tener una relación estadística con la expansión del homicidio, pero en algunos municipios, la disputa por el control de la economía cocalera si sigue disparando los asesinatos.
En Turquía, Tailandia, Paquistán, Vietnam y Laos, la presencia del Estado en zonas de cultivo se vio fortalecida por el desarrollo alternativo. En cambio, las medidas de fuerza fueron un instrumento secundario.