Análisis / 3 de febrero de 2006 / Tiempo de lectura: 2 min.

La guerra de La Macarena

Boletín Siguiendo el Conflicto Nº 40. La "deserción" de cerca de un tercio de los civiles que participan en la operación de erradicación manual en el parque de La Macarena, deja al descubierto las enormes dificultades que enfrenta un programa de erradicación en esa región.

Hay que celebrar el hecho de que el Gobierno y la Policía Nacional busquen alternativas a la fumigación para la erradicación de cultivos de coca en los parques naturales. ¿Pero es posible erradicar en La Macarena? Más allá de las dificultades logísticas y administrativas -el Gobierno afirma que los erradicadores descontentos conocen los términos acordados para los pagos, mientras que éstos lo acusan de improvisación-, el problema sobre el que se concentra esta entrega está en que el parque de La Macarena es a la vez un territorio de inmenso valor estratégico para las FARC; algo así como "el corazón de la guerra", donde se entrecruza como en pocos lugares la lógica económica de los cultivos de coca con la lógica estratégica de la confrontación armada. Lo que sugiere este documento es que por ambas razones, es poco probable que las FARC estén dispuestas a abandonar esas posiciones. De ahí los altos riesgos para el programa de erradicación y para los civiles que están erradicando.

La "deserción" de un tercio de los erradicadores del parque de La Macarena deja al descubierto las enormes dificultades de esa operación. La Macarena es "el corazón de la guerra", donde se entrecruza la lógica económica de los cultivos de coca con la lógica estratégica de la confrontación armada. Por ambas razones, es poco probable que las FARC estén dispuestas a abandonar esas posiciones. De ahí los altos riesgos para el programa de erradicación. Y para los civiles que están erradicando.

 

Etiquetas destacadas