FIP Opina / 30 de enero de 2024 / Tiempo de lectura: 6 min.

Obras por Impuestos: muchos recursos no son suficientes

Este año empezó con buenas noticias porque se amplió la cantidad de recursos que se pueden emplear a través del mecanismo, pero en las circunstancias actuales el dinero no lo es todo.

Esta columna se publicó el 29 de enero de 2024 en lasillavacia.com Leer columna original
Planta de tratamiento de agua potable para Tame, Arauca. Obra financiada a través de Obras por Impuestos.
Planta de tratamiento de agua potable para Tame, Arauca. Obra financiada a través de Obras por Impuestos. © Colprensa
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  • Luisa De la Cuesta Z.
    Luisa De la Cuesta Z. Investigadora

Hay que recordar que Obras por Impuestos es una herramienta con la que las empresas pueden pagar hasta el 50% de su impuesto de renta mediante la ejecución de un proyecto en las zonas más afectadas por la violencia en el país. Sin embargo, si se quiere seguir aprovechando al máximo este mecanismo, hay tres puntos que no se pueden perder de vista durante este 2024: el cupo Confis, las instancias de seguimiento y los cambios jurídicos.

El cupo Confis –la cantidad de recursos que destina el Gobierno Nacional para que se hagan estas obras– se amplió a 1 billón de pesos para la nueva vigencia. En 2018, ese cupo fue de 250 mil millones, así que en siete años creció cuatro veces. Si bien el aumento es positivo, el éxito del mecanismo recae en que, incluso con el dinero inicial, se han logrado llevar obras estratégicas a municipios con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet) y a las ​​Zonas Más Afectadas por el Conflicto Armado (Zomac), gracias a la cooperación público-empresarial.

La ampliación del cupo representa un voto de confianza del Gobierno en el sector empresarial y se alinea con las reuniones más recientes del presidente Petro con representantes empresariales y con las declaraciones del ministro de Hacienda, en las que afirma que la inversión del Estado no es suficiente para la reactivación económica sin los privados. Más que el dinero en sí mismo, el aumento del cupo es un espaldarazo al mecanismo, al potencial que tiene esta política pública de articular sectores y a la capacidad de llevar proyectos de inversión a las comunidades más necesitadas.

En todo caso, hay que tener cautela con las implicaciones del cupo ampliado. Como lo hemos reiterado dede la FIP, el éxito de Obras por Impuestos no radica únicamente en el uso del Confis, que desde la puesta en marcha del mecanismo ha sido casi del 100% cada año. Más dinero disponible para que las empresas hagan obras conlleva una responsabilidad no solo de ejecución por parte de las compañías, sino de los municipios y gobernaciones para estructurar proyectos; de los ministerios y entidades nacionales competentes para darles viabilidad técnica de forma ágil y confiable; y de la Agencia de Renovación del Territorio (ART) para tener un banco de proyectos depurado y actualizado.

No se puede perder de vista que este logro aumenta las expectativas sobre el funcionamiento de Obras por Impuestos y se corre el riesgo de exceder su capacidad. De hecho, ProAntioquia y miembros de la Comisión Accidental de Obras por Impuestos de la Cámara de Representantes, han hecho un llamado para que los ministerios contraten a sus respectivos equipos para lograr viabilizar los proyectos antes de la primera fecha de corte que es el 15 de febrero.

Lo anterior demuestra que no basta con ampliar los recursos para ejecutar obras si estos no vienen acompañados de fortalecimiento del recurso humano al interior de las entidades nacionales, que son las encargadas de la aprobación técnica de los proyectos. Sería un despropósito que no se pudiesen desarrollar iniciativas en los municipios más vulnerables del país porque no tuvieron el beneplácito de un ministerio por falta de personal.

Las instancias de seguimiento y los cambios jurídicos

El 2023 cerró con la creación de dos instancias para hacerle seguimiento y fortalecer el mecanismo. La primera es la ya mencionada Comisión Accidental de Obras por Impuestos que busca articular y hacer control político desde el Congreso, involucrando a la sociedad civil, la academia, el sector empresarial y al Gobierno Nacional. La segunda es la Mesa Nacional liderada por la ART, el ministerio de Hacienda y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) que pretende ser un espacio de diálogo e incidencia. Estos escenarios son el resultado del esfuerzo de diferentes sectores que han visto que estos son indispensables para tener más y mejores proyectos.

La Mesa Nacional tiene un gran desafío: que las conversaciones no se queden en Bogotá. Esto se podría evitar con capítulos regionales. Por ejemplo, en Antioquia ya existe una plataforma que lidera ProAntioquia, donde se articulan la gobernación, la ART regional y las empresas que han utilizado Obras por Impuestos o tienen la intención de hacerlo. Allí se discuten próximos proyectos y hay un intercambio constante de experiencias sobre la ejecución de las obras.

Se requiere de ejercicios similares en otros departamentos para que el mecanismo se aproveche al máximo, se puedan priorizar iniciativas y que haya un interlocutor que pueda hacer parte tanto de las discusiones nacionales como regionales. Para eso, organizaciones como ProPacífico, ProMontería, Cámaras de Comercio, Comité Universidad, Empresa, Estado (CUEES) y la cooperación internacional pueden ayudar a articular estos espacios.

Finalmente, los rumores de una nueva reforma tributaria se suman a la lista de alertas para este año. Se ha dicho que esta ley no afectará a las empresas y, de hecho, la propuesta es bajarles la tasa de tributación para estar más acorde con los estándares de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Sin embargo, esto revive el fantasma de la inestabilidad jurídica del mecanismo.

Si bien una nueva reforma es la oportunidad para incluir mejoras que muchos sectores reclaman, como corregir la situación de las autorretenciones, una nueva modificación también abriría la puerta a los llamados “micos” que podrían introducirse valiéndose de la popularidad del mecanismo. Aquí, la Mesa Nacional y la Comisión Accidental tendrán un papel protagónico para velar porque los ajustes que se hagan mejoren esta herramienta en vez de erosionarla.

Se trata, en últimas, de crear un círculo virtuoso en el que, a medida que aumenta la popularidad de Obras por Impuestos, se fortalezca el compromiso de todas las partes para que el instrumento siga siendo una forma eficiente, transparente y eficaz de transformar los territorios que más lo requieren. Esto significa usar el cupo Confis, reconociendo los límites del mecanismo; que las instancias de diálogo y articulación sean bien aprovechadas y respondan a las verdaderas necesidades de los territorios; y, por último, blindarlo normativamente para generar confianza y que más empresas se sumen.

Parecería que 2024 será el año de Obras por Impuestos, no tanto por los recursos adicionales, sino por las potencialidades y oportunidades de mejora.

Palabras clave: Obras por impuestos

 

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