Pese a la aprobación del Permiso Especial de Permanencia (PEP) para los migrantes venezolanos, aún se pueden tomar más acciones para mejorar sus condiciones de trabajo y estadía en el país. ¿Cuáles son? Esta columna arroja ideas basándose en la encuesta "Pulso de la migración".
En Barranquilla la Fundación Ideas para la Paz, de la mano de empresarios locales, promovió el diálogo y el desarrollo de capacidades para incluir a la población migrante venezolana al sector productivo.
Uno de los principales factores que inhiben el acceso de migrantes venezolanas a servicios de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) está relacionado con el temor a infringir la ley colombiana y ser criminalizadas o verse en la obligación de regresar a Venezuela.
Los habitantes de Arauca pagan los costos del enfrentamiento entre las disidencias de las FARC y el ELN. Y el Gobierno no logra controlar la situación.
Las recientes masacres ocurridas en este departamento, donde murieron al menos 31 personas y se produjo una ola de desplazamientos por cuenta de enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC, fueron el centro del debate de #CharlasEnLaSilla, donde participó Andrés Aponte, investigador de la FIP.
¿Qué puede hacer el sector empresarial para fomentar una verdadera inclusión de los migrantes venezolanos? Esta columna explora algunas respuestas.
La noticia sobre la aprobación del Estatuto de Protección Temporal a Migrantes ha sido aplaudida por diferentes sectores nacionales e internacionales. Colombia es hoy el gran ejemplo a seguir en la región, según los elogiadores.
Aunque sea de manera inconsciente, todos en algún momento hemos sido responsables de estigmatizar a la población venezolana en Colombia con el lenguaje que usamos. ¿Cómo hablar con menos prejuicios y más empatía?
Una importante encuesta revela que la migración no es un fenómeno pasajero. ¿Qué hacer para integrar a la población que llega al país y brindarle oportunidades? Esta columna explora algunas ideas.
La pregunta no es si hay o no venezolanos involucrados en actividades delictivas. La pregunta es si tenemos una política efectiva de seguridad ciudadana en Bogotá. La respuesta, tristemente, es que no.