Noticias / 11 de febrero de 2014 / Tiempo de lectura: 3 min.

Enfrentando el crimen y la violencia en México y Colombia

¿Qué aspectos de la estrategia y las tácticas que ha utilizado Colombia en la lucha contra la delincuencia organizada ofrecen lecciones útiles para México?

Ahora que el gobierno mexicano se enfrenta a las fuerzas de autodefensa en Michoacán que desde hace un año decidieron tomarse la justicia por su mano contra narcotraficantes y extorsionadores , el Programa Latinoamericano del Wilson Center ha publicado el documento One goal. two struggles: confronting crime and violence in México and Colombia, que ofrece múltiples puntos de vista sobre si México puede aprender lecciones de Colombia, que ha enfrentado durante años problemas de crimen organizado y ha mejorado tanto su situación de seguridad que se ha convertido en un 'exportador' de esa experiencia.

La directora de la Fundación Ideas para la Paz, María Victoria Llorente y el director de InSight Crime, Jeremy McDermott, dos de los autores que participaron en la publicación, coinciden en que los conflictos en México y Colombia son demasiado diferentes para aplicar en México la política de seguridad de Colombia, ya que los grandes éxitos de Colombia son “más en el contexto de una guerra contrainsurgente que una guerra contra las drogas”. Para los autores, “lo que Colombia sí proporciona es una lección de cómo el crimen organizado puede mutar bajo la presión de las fuerzas de seguridad”. Y agregaron que una solución en ambos países pasa por una fuerte presencia de las instituciones del Estado en todo el país, una aplicación eficaz de la justicia y de la ley, así como oportunidades económicas, de educación y transparencia.

Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y otro de los autores de la publicación, sostiene que Colombia sí ofrece lecciones positivas sobre cómo la reforma del sector de la defensa y la profesionalización de la Policía pueden dar resultados medibles para México. Si bien existen diferencias entre México y Colombia, Benítez señala que el “éxito de la Policía en la reducción de la delincuencia en las grandes áreas urbanas ayudó a generar el apoyo público a la estrategia de seguridad del gobierno de Álvaro Uribe”.

En la publicación también participó Marta Lucía Ramírez, actual candidata presidencial por el partido Conservador y exministra de Defensa durante el primer gobierno de Uribe quien sugiere que México puede utilizar la experiencia de Colombia para diagnosticar correctamente su problema e insta a la cooperación internacional para identificar las redes criminales y sus modos de funcionamiento a lo largo de todas las etapas de la cadena de valor en el tráfico de drogas.

Por su parte, John Bailey, profesor de la Universidad de Georgetown, señala que México puede tomar algunas de las herramientas y técnicas que Colombia utiliza para combatir la violencia, resaltando lecciones positivas como los esfuerzos para pensar en términos estratégicos, el mejoramiento de la coordinación entre organismos, incluidas las fuerzas armadas y la Policía, la reforma y el fortalecimiento de esta última institución y las mejoras en la inteligencia y la movilidad. Entre las lecciones negativas, Bailey señala la prioridad otorgada a los “objetivos de alto valor” en lugar de “los peldaños intermedios de las organizaciones de tráfico”, la debilidad del poder judicial y la ausencia de una visión a largo plazo para la seguridad ciudadana.

 

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