Los acuerdos de La Habana permiten pensar en poner fin a la guerra contra las drogas enfocando desde otra perspectiva lo que ha sido hasta ahora un problema de seguridad
Esta región es noticia por el reciente secuestro de tres periodistas, pero no por los asesinatos, el abandono estatal y las promesas incumplidas. La paz que quiere el Gobierno no podrá ser sin un giro de 180 grados en su modo de abordar los desafíos.
La propuesta del MinAgricultura de realizar alianzas productivas como un mecanismo para disuadir el cultivo de coca, existe hace más de una década y se basa en el supuesto económico de que las mayores rentabilidades en otros productos desplazarán hacia la legalidad al cultivador de coca. En el papel puede tener sentido económico, pero en la realidad se basa en un supuesto falso. Esta solución atiende un problema secundario y pasa por alto las soluciones de fondo.
La FIP llama a los mandatarios locales a incluir respuestas a las drogas en los planes de desarrollo municipal, por lo que diseñó una guía que los ayude a elaborar el diagnóstico, definir líneas de acción y estrategias
Tras los foros en Chile, Brasil, Paraguay y Perú, Quito fue sede de los diálogos sobre política de drogas. Allí se analizó el futuro de la política sobre el tema, así como el panorama del debate a nivel global y regional.
La FIP analiza las tendencias de las economías criminales en medio del proceso de paz, con el objetivo de identificar los desafíos que tendrá el Estado en el postconflicto y las capacidades que necesita para hacerles frente.
Tras la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en agosto de 2006, se generó en todo el país una dinámica armada que dio origen a las ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’, conocidas como ‘Los Urabeños’ o ‘Clan Úsuga’, las cuales dominaron a sangre y fuego esta vasta región antioqueña, rica en oro y coca y estratégica para la guerra. Su presencia y la evidente debilidad estatal llena de pesimismo a sus habitantes por lo que pueda venir si se firma la paz con las guerrillas. Análisis FIP.
Este artículo identifica los impactos negativos de la aplicación de las leyes de drogas en la labor policial y formula recomendaciones que pueden contribuir a generar cambios en las fuerzas policiales y en la política de drogas en general. El autor propone reorientar el sistema de justicia y los recursos limitados a los delitos más graves y perjudiciales, invirtiendo la relación actual: siendo duros con los “duros” y responsables y compasivos con los débiles.
Por primera vez, el censo de cultivos de coca en Colombia que realiza la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, incluye un monitoreo de minería a cielo abierto, con énfasis en oro. Este tema lo ha venido analizando la FIP, que en el siguiente estudio se centra en la capital del Chocó, donde el auge del oro coincide con el aumento de homicidios desde 2012.
El Bloque Oriental tuvo una expansión sin precedentes durante los años noventa, pero una combinación de estrategias desarrolladas por el Estado colombiano dio al traste con sus propósitos. Hoy, está replegado y perdió toda capacidad para presionar sobre Bogotá. Su fuerza se redujo a cerca del 50% comparada con la que exhibió en su mejor momento y sus finanzas, reducidas ostensiblemente, no son suficientes para recomponerlo.