Noticias / 5 de febrero de 2014 / Tiempo de lectura: 4 min.

La FIP se une a "Reconciliación Colombia", una iniciativa de la sociedad civil

El proyecto busca rescatar las experiencias de reconciliación que se han llevado a cabo en las regiones de Colombia que han padecido el conflicto armado. Más de 30 organizaciones lo apoyan.

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  • Elizabeth Reyes L.
    Elizabeth Reyes L. Directora de Comunicaciones

¿Qué se puede hacer para recuperar la confianza de un país que ha sido azotado por el conflicto armado durante los últimos 50 años? Esa es la pregunta que Reconciliación Colombia quiere hacerle al país para ponerlo a pensar en asuntos como restablecer los derechos vulnerados y empoderar a las regiones y a los grupos sociales. "Hay que trabajar colectivamente desde el territorio e igualmente comprometernos en el cambio de lo que ha causado el conflicto", dijo María Victoria Llorente, directora de la FIP, durante el lanzamiento de la iniciativa que tiene como aliados a más de 30 organizaciones entre empresas, ONG, sociedad civil, cooperación internacional y medios de comunicación.

Promover el diálogo regional, incentivar la transferencia de conocimiento y visibilizar procesos y experiencias de reconciliación, son algunos de los objetivos de Reconciliación Colombia, una iniciativa de la sociedad civil que convocará a cuatro encuentros regionales (Gran Tolima – Antioquia, Pacífico – Centro, Caribe – Orinoquía y Oriente – Eje Cafetero), un encuentro nacional, hará cinco publicaciones impresas y pondrá en marcha una plataforma de contenidos.

Primer encuentro regional en Medellín. Representantes de organizaciones sociales (de izquierda a derecha) – Padre Luis Carlos Hinojosa, Director de la Diócesis de Quibdó – Óscar Prieto, Coordinador Técnico de Caguán Vive (Caquetá), Wilmar Gómez, Director de Tolipaz (Tolima) y Yolanda Perea, Directora de la Corporación el Puerto de Mi Tierra. Foto:Revista Semana
Primer encuentro regional en Medellín. Representantes de organizaciones sociales (de izquierda a derecha) – Padre Luis Carlos Hinojosa, Director de la Diócesis de Quibdó – Óscar Prieto, Coordinador Técnico de Caguán Vive (Caquetá), Wilmar Gómez, Director de Tolipaz (Tolima) y Yolanda Perea, Directora de la Corporación el Puerto de Mi Tierra. Foto:Revista Semana

"Nace por la necesidad de enviar un mensaje a la sociedad colombiana de la importancia de iniciar un proceso de reflexión y acción hacia la recuperación y reconstrucción de la confianza, el empoderamiento de los grupos sociales, el verdadero valor estratégico de los territorios, el restablecimiento de los derechos, el resurgimiento de las tradiciones y la creación de oportunidades a quienes han querido cambiar", explica el equipo de Reconciliación Colombia, conformado por politólogos, antropólogos, comunicadores y periodistas.

La iniciativa también incluye una serie de incentivos como el Premio a los mejores alcaldes y gobernadores comprometidos con la reconciliación, en conjunto con Colombia Líder; la entrega del Sello ONU a las empresas que estén comprometidas con la reconciliación, orientando su política a la generación de capacidades; el reconocimiento a organizaciones sociales comprometidas con la reconciliación y la firma de un Pacto empresarial, con compromisos puntuales que se convierten en una hoja de ruta para que las empresas puedan iniciar o profundizar su trabajo en la generación de capacidades hacia la reconciliación.

“Es para nosotros muy gratificante haber encontrado centenares de iniciativas en materia de reconciliación a lo largo de estos meses de trabajo. Colombianos de diferentes regiones que han sufrido el conflicto armado, han realizado un trabajo inigualable en términos de memoria, de reconstrucción de tejido social y de pensar en el futuro generando capacidades verdaderas para poder vivir en un país reconciliado entre sus diferentes actores sociales”, dijo Fabrizio Hochschild, representante de organismos internacionales.

La Reconciliación se construye desde los territorios

Esa fue la gran conclusión a la que llegaron cerca de 60 organizaciones empresariales, sociales y gubernamentales de 6 departamentos del país que compartieron sus experiencias y lecciones de reconciliación en Medellín, durante el primer encuentro regional de Reconciliación Colombia.

Allí se evidenció un interés claro por parte de los representantes de los diferentes sectores y se hizo evidente la multiplicidad de interpretaciones de lo que implica la reconciliación: para unos se trata de la reivindicación de los derechos de las víctimas, otros consideran que es un proceso local, comunitario, que no puede ser impuesto. Debe ser independiente de cualquier coyuntura política o proceso de negociación e implica la recuperación de la confianza por parte de los ciudadanos en las instituciones del estado.

Primer encuentro regional en Medellín. Foto: Cámara Lucida
Primer encuentro regional en Medellín. Foto: Cámara Lucida

En materia de autoridades y reconciliación, algunas administraciones departamentales han hecho de la preparación para la paz el eje y pilar de su programa de gobierno. Se ha visto cómo otros gobiernos departamentales trabajan en pro de reconstruir confianza entre la población y las instituciones del estado. También se destacó la necesidad de una eficiente organización de la comunidad para incidir en políticas públicas y construirlas articuladamente.

En términos de empresas y reconciliación, algunos empresarios recordaron la importancia de generar riqueza, pero bajo principios éticos y aportando al desarrollo social y sostenible de las regiones en las que trabajan. Por otra parte, los Programas de Desarrollo y Paz, PDP, fueron expuestos como ejemplo de desarrollos productivos organizados y bien estructurados que vale la pena examinar, fortalecer y replicar. Igualmente, algunos representantes de la empresa privada manifestaron que sin la presencia y apoyo del estado, los esfuerzos que ese sector puede adelantar, son mínimos.

Frente al tema de organizaciones sociales y reconciliación, se hizo énfasis en la necesidad de entablar procesos de reconciliación basados en el reconocimiento del territorio y sus actores, lo que implica reconocer las particularidades de las regiones, junto con sus actores y los procesos que viene adelantando por parte de estas organizaciones. Se evidenció igualmente la necesidad por parte de las organizaciones de definir su propia agenda, lo que se enmarca en la definición propia de los procesos de reconciliación y de construcción de paz en los territorios.

 

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