El análisis también concluye que sin el apoyo de la gente cualquier estrategia navega en el vacío, incluso la estrategia militar.
Arauca sigue siendo el hueso más duro de roer. La emboscada en Tame es la última prueba de que no es posible “rehabilitar” sin una política coherente del Estado. Sin el apoyo de la gente cualquier estrategia navega en el vacío, incluso la estrategia militar.