En busca de sustento, las mujeres en el Putumayo se han vinculado a diferentes eslabones de la economía cocalera como finqueras, jornaleras, cocineras, quimiqueras, mulas o colaboradoras. Para ellas, la coca tiene un significado particular que se relaciona con sus experiencias como mujeres y con su vínculo con el territorio. Conozca los tres hitos más relevantes para ellas en los últimos 30 años, un sus propias voces. Ver más
El cultivo de coca se concentró, desde el inicio, en el Bajo Putumayo, que comprende los municipios de Puerto Asís, Puerto Caicedo, Orito, Valle del Guamuez, San Miguel y Puerto Leguízamo. Hacia finales de los 70, el cultivo se hizo más visible y vinieron dos periodos de bonanza cocalera: de 1978 a 1982 y de 1984 a 1987. Para las mujeres, esas bonanzas significaron cambios en lo económico, en las dinámicas sociales y culturales asociadas con la migración, así como oportunidades y riesgos.
Hubo centros con pistas a donde llegaban directamente los narcotraficantes
Era normal que la gente andara con coca
Las mujeres lo hacíamos por una necesidad, para poder sobrevivir
En el marco del Plan Colombia (entre 1999 y 2005), las aspersiones con glifosato aumentaron, reduciendo sustancialmente las hectáreas cultivadas con coca. Esas fumigaciones marcaron a las mujeres de dos maneras. Una negativa, porque afectaron su seguridad alimentaria, a lo que se suma que culparon al Estado del daño en sus cultivos. Y, otra positiva, porque se vieron apoyadas por mujeres de otras regiones que se organizaron y movilizaron para acompañarlas en sus denuncias.
La fumigación dañó comida, no nos dejó con qué comer
Por eso la gente se revela… hicimos la movilización
Cuando venía la fumigación nos metíamos en la casa
Tras el proceso de concentración de las FARC, producto del Acuerdo de Paz, estructuras del crimen organizado, como La Constru, han logrado fortalecerse y expandir su dominio hacia la zona rural de los municipios del Bajo Putumayo. Para las mujeres, esta situación ha generado incertidumbre ya que temen por su seguridad, allí donde las FARC ejercían control. También hay desinformación sobre la implementación de los Acuerdos, de cara al proceso de sustitución de cultivos y su puesta en marcha.
En el campo está la otra ley
Vamos a matar y violar a no sé cuántas chiquillas
No hay plata